Sinopsis: En el mundo llamado Hyperion, más allá de la Red de la Hegemonía del Hombre, aguarda el Alcaudón, una sorprendente y temible criatura a la que los miembros de la Iglesia de la Expiación Final veneran como Señor del Dolor. En vísperas del Armagedón y con el trasfondo de la posible guerra entre la Hegemonía, los enjambres Éxter y las inteligencias artificiales del TecnoNúcleo, siete peregrinos acuden a Hyperion para resucitar un antiguo rito religioso. Todos ellos son portadores de esperanzas imposibles y, también, de terribles secretos. Un diplomático, un sacerdote católico, un militar, un poeta, un profesor, una detective y un navegante entrecruzan sus destinos en su peregrinar en busca del Alcaudón mientras rastrean las Tumbas del Tiempo, majestuosas e incomprensibles construcciones que albergan un secreto del futuro.
Los cantos de Hyperion es una tetralogía que se encuentra entre las obras más importantes de ciencia ficción contemporánea. Dan Simmons logró crear una maravillosa saga que combina viajes espaciales, la inteligencia artificial y al mismo tiempo rinde homenaje a John Keats.
Estos libros nos hacen viajar unos dos mil años hacia el futuro. La tierra fue destruida por un evento que llegó a conocerse como «el gran error», la humanidad se ha expandido a lo largo del universo y formó un gobierno conocido como la Hegemonía. Con la ayuda de una inteligencia artificial suprema llamada el Tecno Núcleo la Hegemonía domina la mayoría de los sistemas planetarios conocidos. Sin embargo, los Éxters (seres humanos que hace siglos decidieron alejarse de la Hegemonía y el Núcleo) regresan y amenazan con poner fin a la expansión.
La trama es mucho más compleja que este resumen, pero esos son los puntos centrales de estos libros. El comienzo de Hyperion puede resultar un poco abrumador porque todos estos elementos son arrojados al lector sin ningún tipo de introducción; vamos enterándonos del conflicto y la tecnología de esta sociedad del futuro a partir de lo que nos cuentan los personajes.
Intenté que el resumen fuera lo más escueto posible porque la gracia de estos libros es ir conectando los diferentes elementos que el autor va introduciendo en la historia, requiere de cierto esfuerzo por parte del lector, pero no considero que sea demasiado complicado. Luego de un par de capítulos uno quiere saber más acerca de este fascinante universo.
A pesar de la complejidad inicial, en Los cantos de Hyperion no van a encontrar una obra de ciencia ficción "dura", es decir, una cantidad de especificaciones técnicas respecto a la tecnología. A pesar de que muchas cosas están muy bien pensadas y tienen su lógica (como el hecho de las "deudas temporales" que suponen los viajes interestelares, por ejemplo), considero que son libros que entran en la categoría de space opera porque lo fundamental es la historia de los protagonistas. Y esto me lleva a comentar el gran fuerte de ambos libros y lo que hizo que me enamorara de esta historia: los personajes.
Dan Simmons se inspiró en los Cuentos de Canterbury para narrar la novela a partir de los relatos de diferentes personajes que se encuentran en un peregrinaje hacia el sistema de Hyperion, donde se encuentran las misteriosas Tumbas del Tiempo.
El grupo de peregrinos está conformado por un sacerdote católico, un profesor de filosofía, un soldado de élite, una detective, un cónsul de la Hegemonía, un poeta y un maestro Templario. Hyperion nos cuenta la travesía de estos personajes a través del espacio y su posterior llegada al planeta, pero durante el viaje cada personaje cuenta su propia historia y los motivos por los cuáles se unieron a la peregrinación.
Esto es genial porque le da un tono muy variado a la novela. Cada personaje tiene su propia voz y diferentes estilos de narrar su historia; es como leer varias novelas cortas unidas por un mismo hilo conductor. Mientras que la historia del soldado está llena de acción, la historia del poeta está cargada del cinismo que caracteriza al personaje que la narra; lo mismo ocurre con los relatos de los demás peregrinos. Además, Dan Simmons es un destacado autor de novelas de terror y muchas de las historias tienen elementos perturbadores que agradarán a lectores de dicho género.
Hyperion es básicamente la historia de los peregrinos, no encontrarán mucho más que los siete relatos que permiten al lector una mayor perspectiva del conflicto y las motivaciones de los personajes. Es recién en La caída de Hyperion donde todos los elementos de las historias de los peregrinos comienzan a conectarse y a cobrar más sentido; por eso me parece apropiado considerar a los dos primeros libros como una única gran obra separada en dos tomos.
El segundo libro es narrado de forma diferente y al principio me resultó un poco frustrante. En vez de continuar la historia de los peregrinos, gran parte de La caída de Hyperion es narrada por un "cíbrido" de John Keats (a grandes rasgos, un androide con conciencia humana) que está conectado con los peregrinos a través de la esfera de datos del Núcleo. Me resultó difícil acostumbrarme a este nuevo estilo porque es muy diferente al del primer libro y porque además interrumpe la historia de los peregrinos en un momento de mucha tensión. Sin embargo, esta nueva forma de narrar la historia no solo es una muestra de la gran capacidad que tiene Simmons como autor, sino que también es necesaria para conocer lo que está sucediendo fuera de Hyperion y ofrecer una mayor perspectiva de los acontecimientos. Gracias a la perspectiva del cíbrido conocemos con más detalles a los integrantes del consejo de la Hegemonía y cómo estos lidian con la inminente invasión de los Éxters.
No voy a entrar en más detalles respecto a La caída de Hyperion, solo voy a comentar que es de los cierres más perfectos que he leído porque todos y cada uno de los elementos mencionados en las historias de los peregrinos cobran un nuevo significado. Hasta detalles que en principio parecían triviales terminan siendo fundamentales para la conclusión de estos dos primeros cantos.
En resumen, los primeros dos Cantos de Hyperion merecen el calificativo de obra maestra de la ciencia ficción, sin lugar a dudas se encuentran entre los mejores libros que he leído en mi vida. A lo largo de ambos libros descubrimos un maravilloso universo con personajes que tienen historias complejas y muy variadas, tecnologías muy interesantes, un sistema de inteligencia artificial magistral, una sociedad futurista bien pensada y, lo más importante, el gran homenaje de Dan Simmons a John Keats.
Los cantos III y IV transcurren unos doscientos años después de La caída de Hyperion. Por lo tanto escribiré otra entrada sobre ambos más adelante.
Estos libros nos hacen viajar unos dos mil años hacia el futuro. La tierra fue destruida por un evento que llegó a conocerse como «el gran error», la humanidad se ha expandido a lo largo del universo y formó un gobierno conocido como la Hegemonía. Con la ayuda de una inteligencia artificial suprema llamada el Tecno Núcleo la Hegemonía domina la mayoría de los sistemas planetarios conocidos. Sin embargo, los Éxters (seres humanos que hace siglos decidieron alejarse de la Hegemonía y el Núcleo) regresan y amenazan con poner fin a la expansión.
La trama es mucho más compleja que este resumen, pero esos son los puntos centrales de estos libros. El comienzo de Hyperion puede resultar un poco abrumador porque todos estos elementos son arrojados al lector sin ningún tipo de introducción; vamos enterándonos del conflicto y la tecnología de esta sociedad del futuro a partir de lo que nos cuentan los personajes.
Intenté que el resumen fuera lo más escueto posible porque la gracia de estos libros es ir conectando los diferentes elementos que el autor va introduciendo en la historia, requiere de cierto esfuerzo por parte del lector, pero no considero que sea demasiado complicado. Luego de un par de capítulos uno quiere saber más acerca de este fascinante universo.
A pesar de la complejidad inicial, en Los cantos de Hyperion no van a encontrar una obra de ciencia ficción "dura", es decir, una cantidad de especificaciones técnicas respecto a la tecnología. A pesar de que muchas cosas están muy bien pensadas y tienen su lógica (como el hecho de las "deudas temporales" que suponen los viajes interestelares, por ejemplo), considero que son libros que entran en la categoría de space opera porque lo fundamental es la historia de los protagonistas. Y esto me lleva a comentar el gran fuerte de ambos libros y lo que hizo que me enamorara de esta historia: los personajes.
Dan Simmons se inspiró en los Cuentos de Canterbury para narrar la novela a partir de los relatos de diferentes personajes que se encuentran en un peregrinaje hacia el sistema de Hyperion, donde se encuentran las misteriosas Tumbas del Tiempo.
El grupo de peregrinos está conformado por un sacerdote católico, un profesor de filosofía, un soldado de élite, una detective, un cónsul de la Hegemonía, un poeta y un maestro Templario. Hyperion nos cuenta la travesía de estos personajes a través del espacio y su posterior llegada al planeta, pero durante el viaje cada personaje cuenta su propia historia y los motivos por los cuáles se unieron a la peregrinación.
Los peregrinos viajan en una nave arbórea llamada Yggdrasil |
Esto es genial porque le da un tono muy variado a la novela. Cada personaje tiene su propia voz y diferentes estilos de narrar su historia; es como leer varias novelas cortas unidas por un mismo hilo conductor. Mientras que la historia del soldado está llena de acción, la historia del poeta está cargada del cinismo que caracteriza al personaje que la narra; lo mismo ocurre con los relatos de los demás peregrinos. Además, Dan Simmons es un destacado autor de novelas de terror y muchas de las historias tienen elementos perturbadores que agradarán a lectores de dicho género.
Hyperion es básicamente la historia de los peregrinos, no encontrarán mucho más que los siete relatos que permiten al lector una mayor perspectiva del conflicto y las motivaciones de los personajes. Es recién en La caída de Hyperion donde todos los elementos de las historias de los peregrinos comienzan a conectarse y a cobrar más sentido; por eso me parece apropiado considerar a los dos primeros libros como una única gran obra separada en dos tomos.
El Alcaudón es el misterioso ser que los peregrinos encuentran en las Tumbas del Tiempo |
El segundo libro es narrado de forma diferente y al principio me resultó un poco frustrante. En vez de continuar la historia de los peregrinos, gran parte de La caída de Hyperion es narrada por un "cíbrido" de John Keats (a grandes rasgos, un androide con conciencia humana) que está conectado con los peregrinos a través de la esfera de datos del Núcleo. Me resultó difícil acostumbrarme a este nuevo estilo porque es muy diferente al del primer libro y porque además interrumpe la historia de los peregrinos en un momento de mucha tensión. Sin embargo, esta nueva forma de narrar la historia no solo es una muestra de la gran capacidad que tiene Simmons como autor, sino que también es necesaria para conocer lo que está sucediendo fuera de Hyperion y ofrecer una mayor perspectiva de los acontecimientos. Gracias a la perspectiva del cíbrido conocemos con más detalles a los integrantes del consejo de la Hegemonía y cómo estos lidian con la inminente invasión de los Éxters.
No voy a entrar en más detalles respecto a La caída de Hyperion, solo voy a comentar que es de los cierres más perfectos que he leído porque todos y cada uno de los elementos mencionados en las historias de los peregrinos cobran un nuevo significado. Hasta detalles que en principio parecían triviales terminan siendo fundamentales para la conclusión de estos dos primeros cantos.
En resumen, los primeros dos Cantos de Hyperion merecen el calificativo de obra maestra de la ciencia ficción, sin lugar a dudas se encuentran entre los mejores libros que he leído en mi vida. A lo largo de ambos libros descubrimos un maravilloso universo con personajes que tienen historias complejas y muy variadas, tecnologías muy interesantes, un sistema de inteligencia artificial magistral, una sociedad futurista bien pensada y, lo más importante, el gran homenaje de Dan Simmons a John Keats.
Los cantos III y IV transcurren unos doscientos años después de La caída de Hyperion. Por lo tanto escribiré otra entrada sobre ambos más adelante.