Review in English at Goodreads.
Tras el éxito de Ready Player One, llega la segunda novela de Ernest Cline, un tipo que claramente ama los videojuegos y la cultura popular.
Lamentablemente esta novela no me gustó tanto como su primer libro.
El protagonista del libro es Zack Lightman, un joven que está a punto de graduarse de la secundaria y pasa una cantidad enfermiza de horas jugando en línea a su videojuego favorito: Armada.
En Armada los jugadores toman control de drones que pilotean naves espaciales para combatir a los temibles Zobrakai, una raza de extraterrestres que amenazan destruir el planeta tierra.
Zack siempre soñó con que un acontecimiento sacuda la monotonía de la vida cotidiana, algo así como una plaga zombie o una invasión extraterrestre para poder poner en práctica sus habilidades como gamer.
Su sueño se hará realidad cuando un día mientras miraba por la ventana durante una de sus aburridas clases, ve una nave exploradora idéntica a las que combate en su videojuego favorito. Al principio cree estar volviéndose loco pero luego descubre que Armada es en realidad un simulador de combate creado por una alianza entre todos los países de la Tierra para entrenar pilotos que enfrenten una inminente invasión extraterrestre que amenaza destruir nuestro planeta.
La premisa por si sola resulta bastante boba y no esperaba una novela muy profunda, simplemente esperaba una historia entretenida para pasar un buen rato. Lamentablemente Armada es un libro que me resultó demasiado estúpido, incluso para algo tan poco serio como la premisa de la novela.
Esperaba batallas intensas y llenas de acción pero la forma en la que Cline describe los enfrentamientos espaciales es muy floja e incluso aburrida, en lugar de generar tensión me hicieron bostezar y algunas batallas terminan demasiado rápido.
La novela me resultó muy predecible, cargada de clichés y otra serie de cosas que detesto bastante como por ejemplo: personajes infalibles, historias de amor instantáneo, estereotipos y frases trilladas en cada diálogo.
Otra cosa que me molestó mucho fue la cantidad de referencias a películas (especialmente Star Wars). Mientras que en Ready Player One las referencias tenían sentido porque eran un elemento necesario para la historia, en Armada todas las referencias resultan insoportables y fuera de lugar. Zack pasa haciendo referencias idiotas como por ejemplo: que se siente como Luke Skywalker cuando atacó la estrella de la muerte (arrghh), que se siente como el capitán Kirk a bordo del Enterprise (puaj!) e incluso que ciertas cosas "alertan su sentido arácnido" (?), además de escuchar la voz del maestro Yoda dentro de su cabeza (claramente estás enfermo).
También Cline usa las referencias para describir a los personajes, por ejemplo Zack describe a su madre como una mezcla de Sarah Connor (Terminator) y Helen Ripley (Aliens). Esto es así en la mayoría de las descripciones de las personas que Zack encuentra a lo largo del libro, gracias a estas descripciones los personajes me dieron la sensación de ser copiados de las películas a las que hace referencia en lugar de ser originales e interesantes.
Al principio las referencias resultan divertidas pero que TODO el libro sea así es verdaderamente insoportable, entiendo que Cline sea un apasionado de estas cosas (a mi también me encantan) pero intentar homenajearlas en cada página es muy desubicado y no aporta nada a la trama.
Otro punto negativo es lo limitado del vocabulario usado por Cline para describir lo que sucede. Hay muchos adjetivos que se repiten como "massive" (masivo), "behemoth" o "mammoth" (mastodonte) y algunas expresiones como "blow to smithereens" (reducir a escombros). Esto hizo que todas las escenas de guerra (que suponía era el punto fuerte del libro) me resultaran aburridas y repetitivas.
Los personajes fueron pésimos y terribles estereotipos. Desde Zack el héroe con sus estúpidas referencias permanentes, hasta el típico asiático inteligente, la chica mala, la chica buena, el veterano de guerra que parece ser Chuck Norris y un homosexual (más que nada para ser políticamente correcto que por aportar algo a la historia).
Salvo Zack ninguno recibe algún desarrollo por parte del autor. Sus pasados son trágicos (innecesariamente en algunos casos) pero son todos presentados a la pasada y en una conversación casual, esto hizo que los personajes secundarios no me importaran.
Algo que veo que repite el autor es ponerse en el lugar de su protagonista: tanto Zack como Wade (protagonista de Ready Player One) parecen ser proyecciones de las fantasías frikis de Cline más que personajes originales. Esto no me molestó mucho en el caso de Ready Player One porque fue algo novedoso y la historia es entretenida, pero en Armada esperaba algo un poco más original.
La obsesión de Wade por las películas y videojuegos de los '80 me pareció fundamentada mientras que la razón por la cual Zack está obsesionado por lo mismo me pareció muy traída de los pelos.
Tengo claro que los autores muchas veces usan el recurso de incluir parte de sus personalidades en sus personajes pero Zack y Wade son personajes demasiado parecidos, da la sensación que Cline no puede crear otro tipo de protagonista que no sea el nerd que salva al mundo (de todas formas es apenas su segunda novela así que veremos si supera este problema con su próximo libro).
La historia como ya dije es bastante boba por sí sola, sin embargo se vuelve incluso más ridícula a medida que avanza debido a ciertos giros argumentales (que además de ser predecibles) no tienen ningún sentido. El final tampoco es nada del otro mundo, no llega a ser un final abierto pero deja algunas cosas sin resolver lo cual me hace pensar que puede haber una segunda parte.
No puedo destacar muchas cosas buenas salvo algunas pequeñas bromas un tanto frikis (como el síndrome del stormtrooper) y algunas menciones a las máquinas arcade, pero rápidamente pierden su encanto a medida que avanza el libro. También tengo que destacar (al igual que en Ready Player One) el relato de Will Wheaton en el audiolibro, si pude terminar esta pésima historia fue gracias a la forma en la que la leyó el actor.
Calificación 2/10: Para mi gusto es una historia demasiado boba y predecible, llena de clichés y giros que no tienen ningún sentido. Si no hubiese sido por el audiolibro me hubiese sido muy difícil terminarlo y probablemente lo hubiese calificado más bajo.
Todo apunta a que va a haber una secuela de este libro y el autor ya vendió los derechos para hacer una película incluso antes de publicar el libro.
Tras el éxito de Ready Player One, llega la segunda novela de Ernest Cline, un tipo que claramente ama los videojuegos y la cultura popular.
Lamentablemente esta novela no me gustó tanto como su primer libro.
El protagonista del libro es Zack Lightman, un joven que está a punto de graduarse de la secundaria y pasa una cantidad enfermiza de horas jugando en línea a su videojuego favorito: Armada.
En Armada los jugadores toman control de drones que pilotean naves espaciales para combatir a los temibles Zobrakai, una raza de extraterrestres que amenazan destruir el planeta tierra.
Zack siempre soñó con que un acontecimiento sacuda la monotonía de la vida cotidiana, algo así como una plaga zombie o una invasión extraterrestre para poder poner en práctica sus habilidades como gamer.
Su sueño se hará realidad cuando un día mientras miraba por la ventana durante una de sus aburridas clases, ve una nave exploradora idéntica a las que combate en su videojuego favorito. Al principio cree estar volviéndose loco pero luego descubre que Armada es en realidad un simulador de combate creado por una alianza entre todos los países de la Tierra para entrenar pilotos que enfrenten una inminente invasión extraterrestre que amenaza destruir nuestro planeta.
La premisa por si sola resulta bastante boba y no esperaba una novela muy profunda, simplemente esperaba una historia entretenida para pasar un buen rato. Lamentablemente Armada es un libro que me resultó demasiado estúpido, incluso para algo tan poco serio como la premisa de la novela.
Esperaba batallas intensas y llenas de acción pero la forma en la que Cline describe los enfrentamientos espaciales es muy floja e incluso aburrida, en lugar de generar tensión me hicieron bostezar y algunas batallas terminan demasiado rápido.
La novela me resultó muy predecible, cargada de clichés y otra serie de cosas que detesto bastante como por ejemplo: personajes infalibles, historias de amor instantáneo, estereotipos y frases trilladas en cada diálogo.
Otra cosa que me molestó mucho fue la cantidad de referencias a películas (especialmente Star Wars). Mientras que en Ready Player One las referencias tenían sentido porque eran un elemento necesario para la historia, en Armada todas las referencias resultan insoportables y fuera de lugar. Zack pasa haciendo referencias idiotas como por ejemplo: que se siente como Luke Skywalker cuando atacó la estrella de la muerte (arrghh), que se siente como el capitán Kirk a bordo del Enterprise (puaj!) e incluso que ciertas cosas "alertan su sentido arácnido" (?), además de escuchar la voz del maestro Yoda dentro de su cabeza (claramente estás enfermo).
También Cline usa las referencias para describir a los personajes, por ejemplo Zack describe a su madre como una mezcla de Sarah Connor (Terminator) y Helen Ripley (Aliens). Esto es así en la mayoría de las descripciones de las personas que Zack encuentra a lo largo del libro, gracias a estas descripciones los personajes me dieron la sensación de ser copiados de las películas a las que hace referencia en lugar de ser originales e interesantes.
Al principio las referencias resultan divertidas pero que TODO el libro sea así es verdaderamente insoportable, entiendo que Cline sea un apasionado de estas cosas (a mi también me encantan) pero intentar homenajearlas en cada página es muy desubicado y no aporta nada a la trama.
Otro punto negativo es lo limitado del vocabulario usado por Cline para describir lo que sucede. Hay muchos adjetivos que se repiten como "massive" (masivo), "behemoth" o "mammoth" (mastodonte) y algunas expresiones como "blow to smithereens" (reducir a escombros). Esto hizo que todas las escenas de guerra (que suponía era el punto fuerte del libro) me resultaran aburridas y repetitivas.
Los personajes fueron pésimos y terribles estereotipos. Desde Zack el héroe con sus estúpidas referencias permanentes, hasta el típico asiático inteligente, la chica mala, la chica buena, el veterano de guerra que parece ser Chuck Norris y un homosexual (más que nada para ser políticamente correcto que por aportar algo a la historia).
Salvo Zack ninguno recibe algún desarrollo por parte del autor. Sus pasados son trágicos (innecesariamente en algunos casos) pero son todos presentados a la pasada y en una conversación casual, esto hizo que los personajes secundarios no me importaran.
Algo que veo que repite el autor es ponerse en el lugar de su protagonista: tanto Zack como Wade (protagonista de Ready Player One) parecen ser proyecciones de las fantasías frikis de Cline más que personajes originales. Esto no me molestó mucho en el caso de Ready Player One porque fue algo novedoso y la historia es entretenida, pero en Armada esperaba algo un poco más original.
La obsesión de Wade por las películas y videojuegos de los '80 me pareció fundamentada mientras que la razón por la cual Zack está obsesionado por lo mismo me pareció muy traída de los pelos.
Tengo claro que los autores muchas veces usan el recurso de incluir parte de sus personalidades en sus personajes pero Zack y Wade son personajes demasiado parecidos, da la sensación que Cline no puede crear otro tipo de protagonista que no sea el nerd que salva al mundo (de todas formas es apenas su segunda novela así que veremos si supera este problema con su próximo libro).
La historia como ya dije es bastante boba por sí sola, sin embargo se vuelve incluso más ridícula a medida que avanza debido a ciertos giros argumentales (que además de ser predecibles) no tienen ningún sentido. El final tampoco es nada del otro mundo, no llega a ser un final abierto pero deja algunas cosas sin resolver lo cual me hace pensar que puede haber una segunda parte.
No puedo destacar muchas cosas buenas salvo algunas pequeñas bromas un tanto frikis (como el síndrome del stormtrooper) y algunas menciones a las máquinas arcade, pero rápidamente pierden su encanto a medida que avanza el libro. También tengo que destacar (al igual que en Ready Player One) el relato de Will Wheaton en el audiolibro, si pude terminar esta pésima historia fue gracias a la forma en la que la leyó el actor.
Calificación 2/10: Para mi gusto es una historia demasiado boba y predecible, llena de clichés y giros que no tienen ningún sentido. Si no hubiese sido por el audiolibro me hubiese sido muy difícil terminarlo y probablemente lo hubiese calificado más bajo.
Todo apunta a que va a haber una secuela de este libro y el autor ya vendió los derechos para hacer una película incluso antes de publicar el libro.
Al menos te divertiste en la reseña diciendo lo malo que es el libro ¿no? XD
ResponderBorrarYo pensaba que era autoconclusivo, no me gusta eso de segunda parte... y la voz del maestro Yoda en mi cabeza esta de acuerdo conmigo U_U
Jajaja tal cual, se sintió muy bien aparte cada vez que pensaba terminar la entrada me acordaba de otras cosas horribles y lo seguía matando xD
BorrarLo de la secuela es solo una sensación mía, aunque si lo deja así el libro es todavía mas espantoso.
Gracias por confirmar mis sospechas
ResponderBorrarDe nada! gracias por tu comentario :)
BorrarEste libro es popular por el "gancho" de Ready Player One, pero en mi opinión no tiene el factor nostálgico que era tan bueno en esa novela.