Sinopsis: En la República de Gilead, el cuerpo de Defred sólo sirve para procrear, tal como imponen las férreas normas establecidas por la dictadura puritana que domina el país. Si Defred se rebela —o si, aceptando colaborar a regañadientes, no es capaz de concebir— le espera la muerte en ejecución pública o el destierro a unas Colonias en las que sucumbirá a la polución de los residuos tóxicos. Así, el régimen controla con mano de hierro hasta los más ínfimos detalles de la vida de las mujeres: su alimentación, su indumentaria, incluso su actividad sexual. Pero nadie, ni siquiera un gobierno despótico parapetado tras el supuesto mandato de un dios todopoderoso, puede gobernar el pensamiento de una persona. Y mucho menos su deseo.
Leí este libro gracias a que fue elegido como libro del mes en el #Clubdelectura.uy para el mes temático de los libros prohibidos.
El cuento de la criada fue prohibido en diferentes instituciones educativas de los Estados Unidos debido a su fuerte crítica hacia la religión y los aspectos más dogmáticos de la misma.
Esta lectura conjunta fue la última oportunidad que le di a la novela, ya que anteriormente la había abandonado dos veces tras leer los primeros capítulos. Aquellas veces el estilo de narrativa escogido por la autora no me había enganchado y los primeros capítulos no me dejaron con ganas de saber más. Por suerte, esta vez aguanté un poco más y terminé disfrutando de una gran historia que no en vano es considerada un clásico moderno.
El cuento de la criada está escrito de una forma muy particular que, como mencioné anteriormente, fue difícil de seguir al comienzo.
Salvo por algunos fragmentos puntuales, la única voz que "escuchamos" a lo largo de todo el libro es la de Defred, una de las tantas mujeres oprimidas que viven en la República de Gilead. En este estado totalitario y ultrareligioso las mujeres no tienen ningún derecho y su única función es procrear. Pierden sus nombres verdaderos y pasan a ser llamadas con la preposición "De" seguida del nombre del general con el cual deben mantener relaciones sexuales para tener hijos. Las mujeres infértiles o que dan a luz a hijos muertos son descartadas y enviadas a las Colonias, donde deben realizar trabajos forzados. Y las mujeres que no cumplan con las reglas, son castigadas con mutilaciones realizadas en público.
En este horrible contexto Defred comienza a narrar su historia y nos da su perspectiva de los hechos. Esto la convierte en una narradora no confiable porque constantemente enfatiza que así es cómo ella eligió contar su historia, omite algunos detalles para proteger a otras mujeres que violan alguna de las normas, y además una parte de los hechos se basa en rumores que escuchó.
La voz que la autora le dio a Defred fue lo que me resultó engorroso al comenzar el libro, pero luego llegué a apreciar el gran ingenio de Atwood al construir la historia de esta forma.
El relato de Defred también va para adelante y para atrás constantemente. A diferencia de otras distopías como 1984, Un mundo feliz o Fahrenheit 451 en las que el protagonista se enfrenta a una sociedad totalitaria establecida, Defred vivió en los tiempos anteriores a la formación de la República de Gilead. Este no es un detalle menor, ya que le da un toque mucho más brutal a la situación que vive la protagonista; Defred hace referencia constantemente a cómo vivía antes de ser convertida en una criada y esto añade otro misterio que engancha al lector: qué sucedió con el esposo y la hija de la protagonista.
Debo destacar la prosa de Margaret Atwood; es realmente fenomenal. Me han comentado que la traducción de la novela es bastante buena, pero recomiendo leerla en el idioma original si tienen la oportunidad. La autora realiza una cantidad de juegos de palabras que le dan mayor riqueza a la historia y que son muy difíciles de traducir a nuestro idioma.
Lamentablemente el final no me gustó demasiado. Con esto no quiero decir que sea un mal final ni mucho menos, solo que sentí que le faltó algo. No puedo decir mucho para no spoilear, simplemente lo menciono como el único punto "negativo" de esta novela y que tiene que ver más con mi gusto personal, pues es una excelente novela que merece la excelente crítica que ha recibido.
Calificación 9/10 (★★★★☆)
El cuento de la criada es una gran novela narrada de forma magistral. La autora maneja a la perfección las etapas del cuento de la protagonista; leer a Defred es como "escuchar" a una persona real contar una historia pues se contradice o va para adelante y para atrás constantemente. El final no me convenció del todo, pero me pareció adecuado.
El cuento de la criada fue prohibido en diferentes instituciones educativas de los Estados Unidos debido a su fuerte crítica hacia la religión y los aspectos más dogmáticos de la misma.
Esta lectura conjunta fue la última oportunidad que le di a la novela, ya que anteriormente la había abandonado dos veces tras leer los primeros capítulos. Aquellas veces el estilo de narrativa escogido por la autora no me había enganchado y los primeros capítulos no me dejaron con ganas de saber más. Por suerte, esta vez aguanté un poco más y terminé disfrutando de una gran historia que no en vano es considerada un clásico moderno.
El cuento de la criada está escrito de una forma muy particular que, como mencioné anteriormente, fue difícil de seguir al comienzo.
Salvo por algunos fragmentos puntuales, la única voz que "escuchamos" a lo largo de todo el libro es la de Defred, una de las tantas mujeres oprimidas que viven en la República de Gilead. En este estado totalitario y ultrareligioso las mujeres no tienen ningún derecho y su única función es procrear. Pierden sus nombres verdaderos y pasan a ser llamadas con la preposición "De" seguida del nombre del general con el cual deben mantener relaciones sexuales para tener hijos. Las mujeres infértiles o que dan a luz a hijos muertos son descartadas y enviadas a las Colonias, donde deben realizar trabajos forzados. Y las mujeres que no cumplan con las reglas, son castigadas con mutilaciones realizadas en público.
En este horrible contexto Defred comienza a narrar su historia y nos da su perspectiva de los hechos. Esto la convierte en una narradora no confiable porque constantemente enfatiza que así es cómo ella eligió contar su historia, omite algunos detalles para proteger a otras mujeres que violan alguna de las normas, y además una parte de los hechos se basa en rumores que escuchó.
La voz que la autora le dio a Defred fue lo que me resultó engorroso al comenzar el libro, pero luego llegué a apreciar el gran ingenio de Atwood al construir la historia de esta forma.
El relato de Defred también va para adelante y para atrás constantemente. A diferencia de otras distopías como 1984, Un mundo feliz o Fahrenheit 451 en las que el protagonista se enfrenta a una sociedad totalitaria establecida, Defred vivió en los tiempos anteriores a la formación de la República de Gilead. Este no es un detalle menor, ya que le da un toque mucho más brutal a la situación que vive la protagonista; Defred hace referencia constantemente a cómo vivía antes de ser convertida en una criada y esto añade otro misterio que engancha al lector: qué sucedió con el esposo y la hija de la protagonista.
Debo destacar la prosa de Margaret Atwood; es realmente fenomenal. Me han comentado que la traducción de la novela es bastante buena, pero recomiendo leerla en el idioma original si tienen la oportunidad. La autora realiza una cantidad de juegos de palabras que le dan mayor riqueza a la historia y que son muy difíciles de traducir a nuestro idioma.
Lamentablemente el final no me gustó demasiado. Con esto no quiero decir que sea un mal final ni mucho menos, solo que sentí que le faltó algo. No puedo decir mucho para no spoilear, simplemente lo menciono como el único punto "negativo" de esta novela y que tiene que ver más con mi gusto personal, pues es una excelente novela que merece la excelente crítica que ha recibido.
Calificación 9/10 (★★★★☆)
El cuento de la criada es una gran novela narrada de forma magistral. La autora maneja a la perfección las etapas del cuento de la protagonista; leer a Defred es como "escuchar" a una persona real contar una historia pues se contradice o va para adelante y para atrás constantemente. El final no me convenció del todo, pero me pareció adecuado.
Hola Jose! Muchas gracias por la reseña. Me ha llamado la atención! Por la portada pensaba que quizá se trataba de una historia tipo colonial... No pensé que fuera una distopia y el argumento de verdad me intriga! Seguramente lo lea en cuanto pueda conseguirlo! Un beso
ResponderBorrarHoli. Estoy leyendo Alias Grace y tengo muchas muchas ganas de leer este libro también, auque me dio miedo que no te gustara el final. La prosa de Atwood es maravillosa. Me contaron que la serie basada en el libro está tremenda.
ResponderBorrarUn beso.
Tami de Potter Books & Coffee
La verdad que me alegro montones que le hayas dado una segunda oportunidad al libro, me alegro mucho que te gustara tanto, porque si, cuesta adaptarse al ritmo pero vale mucho la pena!
ResponderBorrarEl final es taaaaaan raro... es una de las cosas que quiero que se converse en la reunión.
Besotes!!!
Cuando abandono una lectura suelo preguntarme si me estaré perdiendo una buena historia. Cuando coja este libro (que tras leerte, tengo claro que lo tengo que leer) si me pasa como a ti y estoy tentada de cerrarlo, seguiré adelante :-)
ResponderBorrarBesos.
¡Hola, Toto! Excelente reseña, me alegro mucho de que hayas disfrutado el libro. No creo que lo termine para la reunión pero voy a ir igual a escuchar sus comentarios, porqué además es un libro que, aunque me lo spoileen (como va a suceder), es necesario leer.
ResponderBorrar¡Besos, nos lemos!
Si bien sé que la reseña no tenía spoilers, la leí con miedo porque no soy de leer reseñas de libros que voy a leer o estoy leyendo porque prefiero no saber NADA. Aún así fue muy buena reseña y no me spoileé nada de nada. Voy por la mitad y la estoy amando, es verdad que el inicio es un poco rebuscado por no saber de qué carajos habla, pero no me resultó pesado ni me dio ganas de abandonarla. Besos!!
ResponderBorrarHola! Terminé ayer la novela y ahora no puedo más. Qué librún. Me dejó tantas cosas...
ResponderBorrarMe gustó tu reseña y la sinceridad que desprende. Dado que hablás de la traducción (hello fellow future translator), te cuento que yo leí la de Salamandra y me resutó buenísima. Sin haber leído a Atwood en inglés, siento que le hace justicia, y de hecho la prosa es lo que más destaco. Los juegos de palabras, aunque asumo que se pierden, a veces pueden intuirse, así que lo considero un buen trabajo.
Un besote!
Salvo tu reseña, todas las que he leído hasta el momento son negativas. Por lo pronto creo que probaré suerte con la serie. Me alegro que lo hayas disfrutado tanto.
ResponderBorrarUn abrazo ;)
Que buena serie, es demaciado explicita y cruel que te deja los pelos de punta sin llegar a ser horrorosa o dificil de ver, ahora me acabo de comprar el libro para ver similitudes y diferencias con la serie pense que me saldria bastante caro pero para el que quiera aprovechar el precio les dejo el link https://amzn.to/2MJ87lB
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