El rey de Hierro es una novela histórica que fue publicada originalmente en 1955 y que recientemente ha ganado popularidad debido a que George R.R Martin la mencionó como la gran influencia para su saga de fantasía Canción de Hielo y Fuego.
En esta novela se relata el reinado de Felipe IV de Francia desde la caída de la Orden de los caballeros Templarios hasta su muerte. Felipe fue el principal responsable de conducir los juicios contra los Templarios, proceso que duró siete años y que desembocó en la extinción de la orden.
En los primeros capítulos del libro se relata cómo el último gran maestre templario echa una maldición sobre Felipe y sus descendientes, condenándolos a trece generaciones de sufrimiento.
Me recomendaron mucho este libro y cuando me enteré que había inspirado Canción de Hielo y Fuego creció mi interés respecto a el mismo. Si bien se aprecian similitudes entre este libro y la obra de Martin, esperar que esta historia sea un calco de Canción de Hielo y Fuego puede suponer una decepción, pero igual es una lectura bastante entretenida.
El punto fuerte de esta novela es que está basada en personajes y hechos reales. Da la sensación de estar leyendo un libro de historia mezclado con diálogos ficticios entre figuras históricas, cosa que me resultó muy interesante y para nada pesada de leer. El libro tiene bastantes notas al pie de página que proveen información sobre la Edad Media: las costumbres, lenguaje y cargos que existían en la época son desarrollados con lujo de detalles.
Además, hay bastantes conspiraciones e intrigas que se van sucediendo unas a otras y que estallan en la segunda mitad del libro. Creo que en ese aspecto es donde se aprecia en mayor grado la similitud con Canción de Hielo y Fuego.
Lo que menos disfruté de este libro fue la primera mitad. Si bien se lee rápido y no entrevera mucho, al principio me resultó un poco complicado identificar a los personajes: hay muchos nombres franceses bastante parecidos y muchos personajes se llaman igual (hay varios "Luises", "Felipes" y "Robertos").
Otra cosa que no me gustó mucho de este libro es que la historia es relatada por un "narrador omnisciente", de manera que ya sabemos de antemano cómo piensa cada personaje y todas sus intenciones. Esto hace que las diferentes traiciones no resulten tan impactantes porque ya conocemos los planes de los personajes de antemano, y tampoco me provocó simpatía u odio por diferentes personajes (como sí me pasó con los libros de Martin).
Pese a estos aspectos negativos, considero que en general es un muy buen libro. Se puede apreciar una gran investigación y conocimiento por parte del autor, además está ambientada en un período histórico que en lo personal me resulta fascinante. A través de este libro aprendí muchos datos interesantes de la época de una forma sumamente entretenida y fácil de comprender.
Eso sí, no esperes de este libro batallas épicas cómo en la obra de Martin o te llevarás una gran decepción. Este se enfoca más en las conspiraciones y diferentes maniobras políticas que en la acción.
Calificación 8/10: (★★★★☆)
«El Rey de Hierro» es un buen comienzo para esta saga de ficción histórica. Cuesta un poco acostumbrarse al ritmo de la historia y el hecho de conocer de antemano los planes de los diferentes personajes le saca el factor sorpresa a las traiciones.
De todas formas, la segunda mitad del libro es excelente y la cantidad de datos históricos suponen un buen complemento para una historia que se pone mejor a medida que avanza la saga.
¿Y como diferencias a los que se llaman igual? O_o
ResponderBorrarLo pondré en "Próximas lecturas" a ver si aprendo algo, como soy de las raras que no sabe nada de Canción de Hielo y Fuego es imposible decepcionarme.
Si identificar a los personajes fue lo más complicado, hay varios Felipes varios Carlos se ve que no eran muy originales para poner nombres en esa época u.u
BorrarSi no leíste Canción de Hielo y Fuego lo vas a disfrutar más, a mi me lo recomendó un amigo y me la pintó como que era igualito así que tenía muchas expectativas. No fue malo y lo disfruté bastante, pero le dio tanto color que esperaba mucho más.