Sinopsis: El Mitonar se encuentra en guerra, frente a la amenaza de los mercenarios que acechan su costa. Ronica Vestrit, matriarca de su clan, quien fuera acusada de traición, convocará a los ciudadanos —a pesar de sus añejos desacuerdos— para detener el inminente desastre. Mientras tanto Althea, reunida una vez más con Brashen y a bordo de un restaurado Dechado, navega los mares en busca de Vivacia, su propia nave rediviva. Cada vez más cerca de su objetivo, deberán enfrentarse al incansable pirata Kennit, cuyo poder alcanza ya niveles insospechados.
Pero cuando el secreto de los barcos vivientes es
finalmente desvelado, surgen otras complicaciones para Althea y los Vestrit.
Esta inesperada verdad pndrá en peligro a Vivacia y a todos los que la
aman, incluyendo al joven Winrtow, cuya vida ya pende de un hilo…
Con Las naves del destino llegamos al final de Las
leyes del mar, la segunda trilogía de Robin Hobb. Estos libros destacan por
las aventuras con cierto tono pirata, giros argumentales asombrosos, pero más
que nada por el excelente desarrollo de personajes que hace la autora.
Este tercer libro culmina de forma satisfactoria la mayoría de las tramas que se fueron desarrollando en las entregas anteriores; todos los personajes convergen en un gran final que enriquece el universo en el que transcurren los libros de Robin Hobb.
La única trama que sentí que tuvo un final un tanto apurado
fue la de Ronica Vestrit. De todas formas, esto era de esperar por la enorme
cantidad de cabos sueltos que quedaron en Las naves de la locura y
porque el elenco de personajes creció mucho en cada libro; me dio la sensación
de que Hobb intentó resolver la trama de Ronica lo más pronto posible para no
extender aún más un libro que ya de por sí es bastante largo.
En cuanto a todo lo demás, Las naves del destino
mantiene todo lo bueno de los libros anteriores: los personajes son muy bien
desarrollados, las descripciones que hace Robin Hobb son hermosas y mágicas, y
obtenemos muchas respuestas a cosas que al principio de la trilogía resultaban
extrañas, como el propósito de la maraña de serpientes marinas que aparecía en diferentes
interludios. Además, en mi opinión el final de esta trilogía es mucho más
redondo y satisfactorio que el de La trilogía del asesino.
La gran mayoría de los misterios relacionados con los
dragones y las naves revividas son explicados bastante bien porque se van
desarrollando a lo largo de los tres libros y no suelta todo de golpe como ocurrió
en los últimos capítulos de La búsqueda del asesino.
También en este último libro se revelan detalles muy
interesantes acerca de Jek y Ámbar que están relacionados con la trilogía de
Traspié.
Cuando empecé a leer esta trilogía, parecía que todo estaba
un tanto desconectado de los libros anteriores, salvo por un par de lugares que
se mencionaban. Por suerte, al final de la trilogía de Las leyes del mar,
Hobb hace algunas conexiones con La trilogía del asesino que son muy
buenas y que me dejaron con muchas ganas de seguir leyendo el resto de sus
libros para ver el impacto que estos eventos tendrán en los siguientes libros.
Las naves del destino es un excelente final para una
trilogía que tiene de todo: criaturas mágicas, aventuras en el mar y personajes
que crecen muchísimo a lo largo de los tres libros; pocas veces vi un desarrollo
de personajes tan bueno como el que hace Robin Hobb en Las leyes del mar.
Si al igual que yo no quedaron conformes con la Trilogía del asesino, les recomiendo que le den otra oportunidad a Robin Hobb con esta trilogía. En mi opinión tiene un final mucho más satisfactorio y plantea cuestiones muy interesantes (DRAGONES!!11!unouno!1!) para los próximos libros.
Holis!
ResponderBorrarNo he leído nada del autor todavía pero, sí que me atraen bastante los piratas así que tal vez les de una vuelta. Gracias por la reseña
Besooos
Jocelyn | Blog Ave Lectora
Tengo los do tomos anteriores, donde consigo este?
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