Terapia - Sebastian Fitzek

Sinopsis: Ni testigos ni pistas ni cadáver. Josy, la hija de doce años del conocido psiquiatra Viktor Larenz, desaparece en misteriosas circunstancias de la consulta del médico que la trata de una extraña enfermedad. Cuatro años después, Viktor, sumido en una profunda tristeza, se ha retirado a una remota casa en una isla del Mar del Norte. Allí lo localiza una hermosa desconocida que padece alucinaciones: ve constantemente a una niña pequeña, una niña que padece una extraña enfermedad y que desaparece de la consulta del médico sin dejar rastro. Viktor inicia entonces un tratamiento con la desconocida, pero la terapia se convierte paulatinamente en un dramático interrogatorio... ¿Es posible lo inconcebible?

Llevaba un tiempo queriendo leer algo de Sebastian Fitzek, un autor del que tenía buenas referencias a partir de varias reseñas que leí, así que decidí empezar por este libro.

Fitzek es un autor que se dedica a escribir novelas de suspenso o thrillers psicológicos, así que ya estaba preparado para leer una historia que jugara con mi cabeza. Pero no esperaba que fuera tan excelente y tan adictiva.
Siempre me complica hablar sobre estos libros ya que no hay mucho que se pueda decir sin spoilers. Simplemente voy a decir que se trata de un thriller psicológico, así que es inevitable entrar en "modo paranoico" mientras lo lees: te hace dudar en todo momento de todos los personajes que el doctor Larenz encuentra a lo largo de la desesperada búsqueda de su hijita.

Ya he leído otros libros de este estilo pero jamás había dudado tanto de todo como en esta novela. Además se nota que el autor investigó muy bien todo lo relativo a enfermedades mentales y otros trastornos psicológicos, ya que el punto de vista del psiquiatra es muy detallado y está permanentemente analizando a todos los personajes que encuentra. Esto sumó bastante a la paranoia que me hizo sentir este libro por lo bien que está narrado.
Los capítulos son bastante cortos y al final siempre te dejan con ganas de averiguar más. Cada vez que llegaba al final de un capítulo me decía: "Bueno está bien solo un capítulo más y ya está" pero al llegar al final dejaba todavía más incertidumbres y nuevos misterios, así que lo terminé leyendo en una sola noche.

El ambiente también es muy bueno. La isla solitaria a donde el doctor se retira añade un toque bastante siniestro a la historia; en algunos momentos la historia se vuelve bastante oscura y tiene ciertos momentos un tanto creepy aunque sin llegar al nivel de una novela de terror. 

En este tipo de libros me gusta "jugar" a adivinar qué es lo que va a pasar o intentar anticipar el final, y pese a que venía en una buena racha (como me pasó al leer El Psicoanalista), este libro me desconcertó por completo. Siempre que creía tener todo más o menos encaminado o alguna mínima idea de lo que estaba pasando, la historia tomaba otro rumbo completamente distinto al que yo pensaba.
También otro "problema" que encuentro a veces en otras novelas de este género es que algunos finales pueden resultar un poco... bueno bobos, o por lo menos decepcionantes. Este no fue el caso ya que terminó en una forma bastante convincente.

Calificación 10/10: No tiene mucho sentido decir más de esta novela porque es muy corta. Es un excelente thriller que me mantuvo en vilo hasta el final, sin poder despegarme de él.
Ideal si estás buscando un buen thriller psicológico que se lea rápido, cada capítulo te dejará desconcertado y con ganas de descubrir qué es lo que pasará a continuación.
Definitivamente voy a leer algo más de este autor.