Sinopsis: La historia de este volumen arranca
en el norte de Genabackis, el día que comienza el extraordinario destino de
Karsa Orlong, uno de los tres guerreros salvajes que descienden de las montañas
para atacar las tierras del sur. Pasados unos años, Tavore, la inexperta
consejera de la emperatriz, debe adiestrar a doce mil soldados para
convertirlos en una fuerza capaz de desafiar a las hordas de la elegida,
Sha’ik, que aguardan en el desierto. Allí, sus caudillos están enzarzados en
una lucha por el poder que amenaza al alma de la rebelión, mientras que Sha’ik
se obsesiona con quien cree que es su mayor enemigo: su hermana.
Con La casa de cadenas nos acercamos a la mitad de la saga de Malaz: el
libro de los caídos.
Se trata de un libro muy
diferente a los tres anteriores y considero que es uno de los más complejos de
toda la saga debido a la cantidad de personajes nuevos que aparecen. A pesar de
que a esta altura ya estamos acostumbrados al estilo narrativo introspectivo y cargado
de descripciones típico de Steven Erikson, este cuarto libro retoma las tramas
de personajes que aparecieron por última vez en Las puertas de la casa de la muerte, por lo que puede resultar
complicado recordar qué estaban haciendo algunos personajes.
Pero lo más notable de La casa de cadenas es la introducción de
uno de los personajes más polémicos de la saga: Karsa Orlong.
El
bárbaro contra la civilización
«He oído las palabras más antiguas, los susurros, del Único, que unirá a los teblor, que ligará todos y cada uno de los clanes y los llevará a las tierras bajas, y así comenzará la Guerra de los Pueblos. Estos susurros, son la voz de la promesa, y esa voz es mía».
Fuente |
Las primeras 250 páginas
de la novela narran la historia de Karsa Orlong, un joven guerrero norteño de
la raza teblor que junto a dos compañeros emprende un viaje que tiene como
objetivo destruir y saquear las aldeas de los habitantes de las tierras bajas. Esta
historia transcurre años antes de los eventos de los demás libros y al
principio parece un tanto desconectada de la saga, pero sirve para tratar uno
de los temas favoritos de Erikson: el choque cultural.
Gracias a su formación
como antropólogo, Erikson pone énfasis en el enfrentamiento de diferentes
culturas a lo largo de toda la saga y a través del personaje de Karsa Orlong
consigue mostrar lo que ocurre cuando alguien considerado como “primitivo” o
“bárbaro” se encuentra con una realidad muy diferente al mundo que conoce y da
por cierto.
A lo largo de esta
especie de novela corta que sirve de prólogo a este enorme libro, Karsa realiza
una serie de actos bastante brutales que lo convierten en uno de los personajes
más detestables que conocemos hasta el momento, pero también tiene uno de los
mejores desarrollos de personaje gracias a la particular visión de Erikson
acerca de cómo concebir a los bárbaros en una novela de fantasía.
Para saber más acerca de
este punto y no extenderme más en esta reseña, les recomiendo leer un ensayo
muy bueno escrito por el mismo Steven Erikson en el que explica cómo ha sido
tratado el tema de los bárbaros en la literatura fantástica y qué se propuso
con la creación de Karsa. El título de este ensayo es El problema de Karsa Orlong y pueden encontrarlo en español
traducido por Daniel, del blog El
caballero del árbol sonriente en este enlace. Recomiendo leerlo después de
terminar La casa de cadenas para
poder entender mejor los diferentes puntos que toca el autor en el ensayo.
Dos
hermanas en guerra
«Esa mujer jamás ha estado al mando de nada más que una maldita casa noble, y aquí le han dado tres legiones y le han dicho que tiene que reconquistar un subcontinente entero».
Fuente |
El gran evento narrado en
La casa de cadenas es la guerra entre
el ejército de Malaz liderado por Tavore Paran y los rebeldes lidereados por
Felisin Paran, quien ahora se ha convertido en Sha’ik, la diosa del Torbellino.
Lo particular de esta
guerra en comparación con las narradas en libros anteriores es que hay más
enfrentamientos dentro de los ejércitos que entre ambos bandos. Por un lado,
los oficiales más veteranos de Tavore desconfían de su capacidad como estratega
por su falta de experiencia y también se muestran inquietos por la baja moral
del ejército malazano tras el final de Memorias
de hielo. Por otro lado, en el bando de los rebeldes se da una situación
todavía más tensa, ya que el ejército de la diosa está compuesto por diferentes
facciones que no se toleran y que están dispuestas a traicionarse entre ellas
en cualquier momento.
Si bien se producen una
serie de enfrentamientos bastante espectaculares y bien narrados como Erikson
nos tiene acostumbrados, considero que lo más interesante de esta guerra está
en los conflictos internos y cómo los diferentes oficiales ven a las líderes de
ambos ejércitos. Esto se ve reforzado por el hecho de que Erikson utiliza
múltiples puntos de vista de personajes de ambos bandos, pero en ningún momento
sabemos qué piensan Felisin y Tavore; solo las conocemos a partir de sus actos
e interacciones con otros miembros del ejército.
Misterios
ancestrales, nuevas razas y dioses imperfectos
«¿Eso es lo que somos los mortales? ¿Víctimas de una torturada ironía para divertir a una bandada chiflada de dioses?»
Otro de los temas que
toca la novela es la imperfección de los dioses. Hasta el momento veíamos a los
ascendientes como seres de un poder impresionante e imposibles de derrotar. Sin
embargo, en este libro vemos que esto no es así y que los dioses venerados por
las diferentes culturas presentan fallas y dudas como los mortales.
Además de la gran guerra,
La casa de las cadenas abre varias
tramas paralelas e introduce un montón de elementos nuevos al universo de Malaz,
entre los que se incluyen dos nuevas razas ancestrales y un mayor desarrollo
acerca del origen de la senda de Sombra.
Todo esto convierte al
cuarto libro de Malaz en uno de los más complejos de toda la saga y puede
resultar un tanto abrumador si no se presta atención a cada nuevo detalle que
aparece.
A pesar de todo, el esfuerzo es bien recompensado porque empezamos a percibir conexiones con algunos puntos del segundo libro que en principio no estaban muy claros.
La casa de cadenas es un libro enorme y complejo que
desarrolla un montón de tramas paralelas e introduce muchos personajes nuevos.
La historia de Karsa Orlong funciona como una novela corta insertada a modo de
prólogo y nos presenta un personaje que refleja claramente el choque de
culturas que hace de Malaz el libro de
los caídos una de las sagas de fantasía épica más originales de la
actualidad. Es una novela que exige un gran esfuerzo al lector, pero que al
mismo tiempo lo recompensa con revelaciones y giros argumentales espectaculares.
Ficha
técnica:
Título: La casa
de cadenas
Autor: Steven Erikson
Páginas: 832
Género: Fantasía
Sello: NOVA
Hola! Por el genero se que es un libro que podría encantarme gracias por tan fantástica opinión saludos bro
ResponderBorrarHola, José:
ResponderBorrarEstos libros me intrigan, pero me parecen que serán demasiado para mí. Aunque, la verdad, con tus reseñas, no descarto empezarlos en algún momento.
Besos.
Nunca me habías vendido tanto la saga como con esta reseña. Compro, eh. Decí nomás que no estoy como para meterme en una saga de este calibre ahora mismo, si no...
ResponderBorrarBesos!
Me produce unas ganas tremendas de leerlo y a la vez pereza (¿es posible tal cosa?). Algún día tengo que hacerme con estos libros, tengo la sensación de que me estoy perdiendo una gran saga. Genial reseña.
ResponderBorrarUn abrazo ;)