Dioses Menores - Terry Pratchett

Sinopsis: Brutha es un muchacho sencillo y analfabeto que se enfrenta a terribles problemas. Un dios le ha hablado y se ha convertido en el Elegido. Quiere terminar con una iglesia poderosa y corrupta, quiere evitar una horrible guerra santa, quiere paz y justicia. Pero por encima de todo, lo que realmente quiere ¡es que su dios elija a Otro!



Dioses Menores es la segunda novela independiente de Mundodisco (la primera es Pirómides), denominada así porque no forma parte de ninguna de las diferentes sagas o arcos argumentales del alocado y bizarro mundo creado por Terry Pratchett.

En esta novela viajamos a Omnia, una ciudad ya mencionada anteriormente en la saga, pero conocemos cómo era todo cien años antes de los eventos de los demás libros, y en cierta forma nos explica cómo funcionan los diferentes dioses y la religión en Mundodisco.

Esta era una de las novelas de Pratchett que más quería leer porque mucha gente comentaba que es su novela más "ácida" y crítica, debido a que contiene una gran cantidad de burlas a la religión y a sus aspectos más retrógrados: la inquisición, los sacerdotes que se aprovechan de la fe de los demás para obtener poder, los falsos profetas y todo lo que se te ocurra. 
Sin embargo, a pesar de que la primera mitad del libro me pareció muy divertida e ingeniosa, la segunda parte no me pareció tan genial y se me hizo algo lenta (salvo por los últimos capítulos). 

El libro se centra en Brutha, un novicio bastante ingenuo que es elegido por el Gran Dios Om para ser su profeta... el problema es que el temible Dios Om -gesto de cuernos- ha sido convertido en una insignificante tortuga que solo puede hablar con Brutha, debido a la falta de creyentes. Lo que me pareció más divertido de ambos personajes es como se relacionan entre sí a lo largo de la historia, y como el Dios va evolucionando y cambiando su forma de pensar; resulta muy gracioso leer como la tortuga constantemente planea la destrucción de los humanos que se meten con Brutha, lanzando maldiciones absurdas y hablando como si estuviera dictando mandamientos. 

Mi problema con este libro fue que Brutha me resultó muy parecido a otros personajes ingenuos creados por Pratchett y en mi opinión es de sus personajes más flojos. También hay un chiste que se repite bastante a lo largo de todo el libro y como que pierde la frescura. Por lo general Pratchett suele repetir algunas de las "muletillas" creadas en sus diferentes novelas, pero se las ingenia para expresarlas de diferente forma en cada ocasión. En este caso la broma en cuestión (relacionada con hacer sopa de tortuga), es repetida muchas veces y no me pareció tan entretenida.

Con estos puntos negativos no quiero decir que es una mala novela ni mucho menos, pues todos los libros de Mundodisco están tan bien pensados que uno encuentra detalles hasta en lo más mínimo. En Dioses Menores hay muchísimos guiños a filósofos, sacerdotes y aspectos religiosos de nuestra vida cotidiana que resultan impresionantes y demuestran el gran conocimiento que tenía Pratchett respecto a todo lo que se proponía parodiar. 

Por suerte los últimos capítulos son buenos y terminan dejando bien claro el mensaje del autor y su particular visión respecto a la religión.

En fin, esperaba mucho más de esta novela porque la premisa sonaba muy divertida y la primera mitad fue excelente. Lamentablemente la segunda mitad no me enganchó tanto (también puede ser que se debió a que la leí por partes porque no estoy teniendo mucho tiempo para leer últimamente) aunque el final me gustó mucho. No creo que sea una buena novela para comenzar a leer a Pratchett, pero es buenísima para conocer cómo funciona la religión en Mundodisco.