Segundo capítulo de La Guerra de las Tormentas y si me resultó difícil reseñar el volumen anterior, este será igualmente complicado porque toma todos los elementos presentados en El Camino de los Reyes y los expande, dando lugar a uno de los mejores libros de fantasía que he leído.
Sinceramente creía que la cantidad de opiniones favorables podían ser exageradas y llegarme a generar demasiadas expectativas, pero ahora que ya he leído ambos libros puedo asegurar que las excelentes críticas que tienen son bien merecidas.
Este libro superó todo lo que podía esperar, introduciendo una cantidad de conceptos e ideas maravillosas que no se parecen en nada a otras novelas de fantasía épica que he leído hasta el momento.
Sin entrar en detalles sobre la trama, «Palabras Radiantes» comienza inmediatamente tras los eventos narrados en El Camino de los Reyes y la historia esta vez es más dinámica porque se empiezan a cruzar las diferentes tramas de los protagonistas presentados en el volumen anterior.
Como suele ocurrir en los segundos capítulos de sus sagas, Sanderson comienza a introducir nuevas explicaciones y maravillosos giros al sistema de magia y otros artefactos del mundo de Roshar, pero siempre guardándose algunos secretos y explicando vagamente otras cosas. Con respecto a esto, destaco lo que deja entrever acerca de la naturaleza de las Shardblades (unos espadones capaces de cortar cualquier objeto inanimado y desgarrar el alma de las personas) que me pareció algo muy inteligente y original.
Como explicaba en la reseña de El Camino de los Reyes, es una historia con varios protagonistas, todos con tramas igualmente importantes. Sin embargo, mientras que en el anterior teníamos capítulos acerca del pasado de Kaladin (y por eso decía que era el protagonista más protagonista (?), los flashbacks en Palabras Radiantes se centran en la historia de Shallan.
Esto hizo que me gustara mucho más este personaje que en el libro anterior me había parecido que era la más insoportable de todos. Por suerte Sanderson arregló este problema y nos presenta una sorprendente historia acerca del pasado de la joven que la puso a la altura de mis personajes favoritos. Los demás personajes (Kaladin, Dalinar y Adolin) también crecen mucho en este libro, pero sin lugar a dudas la que muestra una mayor evolución es Shallan.
El libro está estructurado de la misma forma que el anterior, es decir, se separa en varias partes con interludios en el medio. Mientras que algunos interludios de El Camino de los Reyes me habían resultado un tanto confusos, los interludios de este libro son más accesibles e interesantes; creo que esto se debió en gran parte al hecho de que tras haber leído el primero, ya estaba metido por completo en el mundo.
Algunos de estos interludios fueron tan sorprendentes que funcionan como historias paralelas y prometen mucho para ser desarrolladas en el próximo libro (que va a llamarse Oathbringer) que se publicará a finales del 2017.
Como mencionaba antes, la historia es mucho más ágil e incluso más atrapante que la del libro anterior. Cada capítulo te mantiene en vilo respecto a los destinos de cada personaje constantemente. Las últimas trescientas páginas son imposibles de soltar y es donde leí algunas de las mejores escenas que he tenido el gusto de disfrutar en una novela de fantasía épica, la forma en la que Sanderson describe las secuencias de acción entre personajes que ya dominan el poder de la stormlight es impresionante.
Calificación 10+:
Un libro que supera por mucho al primero y eso ya es decir demasiado. Todo lo que había quedado pendiente en el El Camino de los Reyes es explicado por completo y con resultados impresionantes que afectan la historia de gran forma, dejando una cantidad de consecuencias que seguramente serán de gran importancia en el próximo libro.
Recomiendo muchísimo a Sanderson y esta saga, pero no creo que La Guerra de las Tormentas sea la mejor saga para comenzar a leerlo. Por suerte, Sanderson es un autor muy prolífico y hay una gran variedad de libros por los cuales empezar.
Personalmente considero que lo mejor es iniciar con Elantris o con la trilogía Mistborn.